Cómo sopesar el riesgo de inversión y el rendimiento

¿Cuánto riesgo es apropiado para usted y cómo lo maneja? Antes de tratar de averiguar qué riesgos acompañan a sus opciones de inversión, analícese a sí mismo. He aquí algunos puntos que debe tener en cuenta al sopesar el riesgo y la rentabilidad en su situación personal:

  • Su meta financiera: En cinco minutos con una calculadora financiera, usted puede ver fácilmente cuánto dinero va a necesitar para ser financieramente independiente (suponiendo que la independencia financiera es su meta). Digamos que usted necesita $500,000 en diez años para un retiro libre de preocupaciones y que sus activos financieros (tales como acciones, bonos, etc.) actualmente valen $400,000. En este escenario, sus activos necesitan crecer sólo un 2,25 por ciento para alcanzar su objetivo. Conseguir que las inversiones crezcan de forma segura en un 2,25 por ciento es fácil de hacer porque es una tasa de rendimiento relativamente baja.
  • Su perfil de inversor: ¿Está a punto de jubilarse o acaba de salir de la universidad? La situación de su vida es importante cuando se trata de considerar el riesgo frente al retorno. Si usted apenas está comenzando sus años de trabajo, ciertamente puede tolerar un mayor riesgo que alguien que se enfrenta a la jubilación. Sin embargo, si se está acercando a la jubilación, las inversiones arriesgadas o agresivas pueden hacer mucho más daño que bien. Si usted pierde dinero, no tiene tanto tiempo para recuperar su inversión, y lo más probable es que necesite el dinero de la inversión (y su capacidad de generación de ingresos) para cubrir sus gastos de subsistencia una vez que ya no esté empleado.
  • Asignación de activos: Los jubilados no deben poner una gran porción de su dinero de jubilación en una acción de alta tecnología u otra inversión volátil. Pero si todavía quieren especular, pueden hacerlo siempre y cuando limiten dichas inversiones al 5 por ciento de sus activos totales. La asignación de activos invita a la diversificación. Para las personas entre 20 y 30 años, es aceptable tener el 75 por ciento de su dinero en una cartera diversificada de acciones de crecimiento (como las acciones de mediana y pequeña capitalización). Para las personas en sus 60 y 70 años, no es aceptable. En cambio, pueden considerar invertir no más del 20 por ciento de su dinero en acciones (preferiblemente en empresas de mediana y gran capitalización). Consulte con su asesor financiero para encontrar la combinación adecuada para su situación particular.
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